Tablassurfshop Blog

Si no todos los días, siempre que puedes surfeas con una de ellas. Crees que la conoces pero, ¿realmente sabes cómo se hizo tu tabla de surf? Entender este proceso es un paso más en la comprensión de lo que llevas debajo de los pies cuando pillas olas. Y es que el shaping - proceso en el que se le da forma - es solo una de las partes de la confección de una tabla de surf. El foam, la fibra, la resina, el shaper, el pulido, la maquinaria que se usa … construir una tabla de surf engloba muchos conceptos. Y te los vamos a explicar todos aquí.

1. Foam, fibra y resina: Materias primas para hacer una tabla de surf

Antes de empezar el proceso, vamos a introducir los materiales con los que están hechos las tablas de surf. Existen dos principales sistemas de fabricación; Poliuretano (PU) y Epoxy, que implican distintos tipos de construcciones.
En este caso nos centraremos en el PU, que se basa en un foam de dicho material. Este foam actúa como núcleo de la tabla y se caracteriza por ser un material maleable y ligero, además de incluir un alma - stringer - de madera que aumenta su rigidez y evita que se parta.
El segundo material, pero no por ello menos importante, es la fibra de vidrio. Esta se presenta como una sábana entretejida por pequeños, pero resistentes hilos de esta fibra que aportan la dureza necesaria sin perder el flex natural del foam.
Con todo esto tenemos dos materiales separados. El punto de unión es la resina. Se trata de un material de textura gelatinosa que se aplica encima de la sábana de fibra de vidrio una vez que esta está sobre el foam. Se aplica con una espátula de forma manual, asegurándose de que se eliminen todas las burbujas de aire. La resina lleva un catalizador, que es lo que hace que se seque y se endurezca.

Blanks de PU y fibra de vidrio Hexcel esperando su turno para entrar en el taller.

Por último, hay que contar con los tapones. Siempre se trabaja con un tapón para el invento y con tapones de quillas. El número de tapones de quillas que se van a usar en la tabla depende del shaper y del modelo de la tabla. Estas se pueden clasificar según el número de quillas que lleven incluidas - también conocido como configuración -. Tienes configuración twin fin de dos quillas, tri fin o thruster con tres quillas, los quads con cuatro y los tri-quads, en los que puedes alternar las configuraciones thruster y quad para poder adaptarte a las condiciones que vayas a surfear. Los tapones de quillas pueden ser de sistema FCS o Futures. Si quieres más información sobre las quillas, te dejamos aquí un post en el que te indicamos cómo elegir la configuración y el modelo que mejor puede ir contigo.

2. Preshape: Primera forma de la tabla de surf

El blank – plancha – de foam es introducido en una máquina de preshape. Una vez dentro, la máquina, mediante un algoritmo previamente introducido, elimina todo el sobrante y comienza a darle la forma previa. Terminado este proceso, ya comienzan a verse las formas de una tabla de surf. ¡Pero no está ni mucho menos terminado!

Los beneficios principales de una máquina de pre shape son la simetría perfecta que consigue entre las dos partes de la tabla y la fácil clonación de modelos. Por no decir que para el shaper, resulta más rápido y cómodo.

La máquina de pre shape realiza la forma base de la tabla de surf en base a un algoritmo que se introduce en el ordenador.

3. Shape: La mano del artesano

Aquí es cuando entra la mano directa del artesano del surf. En este proceso el shaper comienza a eliminar las marcas que quedan de la máquina y a refinar y perfeccionar las formas. ¡Ahora sí que parece una tabla!

Por si no lo sabías, los shapers tienen total conocimiento de los materiales con los que trabajan y de las formas que un modelo de tabla debe de llevar. Sabe perfectamente adaptar el modelo al surfer o a la ola e incluso experimentan con shapes para aportar mejoras y que puedas coger más olas en el agua.

Aunque hoy en día las máquinas juegan un papel muy importante, la mano del artesano sigue siendo uno de los principales pasos en el proceso de fabricación de una tabla de surf

4. Enfibrado: Dándole dureza a la tabla de surf

Aunque ya tenga forma de tabla, todavía no está terminado su proceso. Ahora se viene una de las partes más importantes del proceso, en las que se deciden la dureza, la resistencia y la longevidad de la tabla de surf. Para ello se usa la fibra de vidrio. Este resistente material, evitará que la tabla se rompa o se parta y además no le añadirá peso.
Para su colocación, primero debemos de saber en qué posición queremos los logos. Luego, se coloca la sábana de vidrio encima de la tabla. Teniendo mucho cuidado a la hora de extenderla para evitar que puedan quedar espacios irregulares o burbujas.
El siguiente paso del enfibrado es verter la resina encima de la fibra de vidrio. Con cuidado y con la ayuda de una espátula, se extiende por toda la tabla. Aunque este material sea gelatinoso, incluye un catalizador que permitirá su secado y posterior dureza. Terminada la fase de enfibrado, ya tenemos el foam aislado y casi listo para ir al agua. Pero todavía nos queda un último paso.

La parte de enfibrado es delicada y hay que realizarla con mimo.

5. Pulido: Los últimos retoques a la tabla de surf

En la última fase se eliminan todos los sobrantes de la resina y se unifica el grosor de esta por toda la tabla. En este delicado proceso, se utilizan lijas de diferentes grosores para conseguir un acabado perfecto y que podamos llevarnos la tabla de surf a coger olas.
En cada uno de los procesos interviene un profesional distinto especializado en esa fase concreta. Esto consigue que los acabados sean altamente profesionales y, que el resultado, consiga satisfacer tus necesidades como surfer.

El pulido es el paso donde se consigue la última versión de la tabla.

Recuerda que conocer tu material  de surf es muy importante para que mejores como surfer. Si tienes más dudas sobre cómo hacemos nuestras tablas de surf, puedes contactar con nosotros. Disponemos de un equipo de especialistas para asesorarte.

Existe cierta verdad y cierta mentira sobre como somos los surfers. Despreocupados, con cuerpos esculturales, rubios y con melena al viento, todo el día en bermudas y chanclas con los pies llenos de arena y con restos de salitre en la piel. Pero, ¿como surfer te ves reflejado en esto? Sí que existen ciertos patrones generales que nos unen, como tener una tabla y entrar al agua a pillar olas. ¿Pero se nos puede englobar a todos bajo el mismo patrón?

LAS VERDADES Y LAS MENTIRAS EN EL SURF

Y es que se tiende a crear una imagen idílica de lo que es surfear. Pero esa imagen creada por la publicidad de medios generalistas dista mucho de la verdad con la que nos solemos enfrentar. Los surfers no solo somos surfers, también somos personas. Y ojalá nuestra vida fuera vivir en la playa, surfear todos los días y que los kilos de más no nos pesaran a la hora de hacer el take off. Pero si nos olvidamos de esas imágenes de gente joven, siempre sonriente mientras surfea 1 metro perfecto en una isla paradisíaca, ¿puede el surf ser un estilo de vida? ¿Podemos llevar un estilo de vida movido por las olas sin encajar en estos estereotipos?

El surf sí es un estilo de vida

Si nos acogemos a la definición más pura, estaríamos englobando todos comportamientos habituales que realizamos a lo largo de nuestro día a día. Entonces el surf como estilo de vida sería una afirmación rotunda. En mayor o en menor medida, intentas adaptar tu vida a tener un rato para poder coger olas. Por lo que podríamos afirmar que tiene una comunidad, tiene sus propios medios, su propio arte, literatura, mercado, turismo … Quizás el problema está en la forma que tienen de vernos las personas ajenas a nuestro no tan pequeño cosmos está anticuada o que nunca han llegado a entenderlo. Pero desde luego tú eres tan surfer, como el chaval hawaiano que coge olas todos los días del año en bañador. Vale que a ti te cueste más, pero sin duda, los dos os movéis en torno al mar.

Los surfers solo queremos una cosa: ¡pillar olas!

Y es que hasta hace poco, no se veían reflejadas todas las realidades del surf. Y una forma de poder darnos cuenta de esto son los vídeos. No mucho tiempo atrás, casi todo el material de vídeo o fotografía que recibíamos era de olas perfectas, en aguas cristalinas y paraísos con temperaturas mucho más agradables de las que seguro hay en tu costa. ¿Puede ser que internet haya abierto una brecha en la democratización del surf? Esto sí que es algo que no podemos afirmar, pero parece ser que de un tiempo a esta parte nos hemos dado cuenta de que en sitios no tan idílicos también existen olas que merecen la pena ser surfeadas. Con escenas quizás pequeñas, pero muy homogéneas y ricas en cultura surfera. Personas que también intentan hacer un puzzle con su vida para tener al menos una hora de baño, casi sin importar las condiciones que se encuentren en el pico.

La conclusión que nosotros sacamos de todo esto, es que los surfers - englobando a bodyboarders, longboarders y SUPers - nos movemos por el recuerdo de las sensaciones que sentimos cuando estamos sobre la tabla deslizándonos por la ola. Y nosotros creemos que esto es lo que nos une. Unos sentimientos fuertes y que se pueden profesar de formas muy distintas. ¿Te has parado a pensar cuántas personas pueden estar surfeando una ola a la misma vez que tú?
La verdad es que todos los surfers somos distintos pero, a la vez, el surf es lo que nos une.