El invierno es la mejor época para surfear. ¡JA! Solo si dispones de un buen traje de neopreno y te armas con todos los accesorios como si de un ‘caballero del zodiaco’ se tratara. Bromas a parte, en invierno se dan muy buenas condiciones para surfear; marejadas continuas, spots que ofrecen olas solo en esta época del año y para aquellos a los que les gusta, olas de un tamaño que en otra época del año no se producen. Puede sonar todo muy idílico, pero lo que es cierto, es que si llevas algún tiempo pillando olas, seguro que te has visto en alguna situación, ridícula, dolorosa o incluso bochornosa provocada por el frío que a veces pasamos. Nosotros, con nuestros 40 años de experiencia, hemos vivido algunas de ellas. Como homenaje a todos los fieles que seguís al pié del cañón en esta época del año en la que el frío aprieta, hemos decidido contar algunas por las que hemos pasado. ¿Crees que nos falta alguna?
SITUACIONES QUE TODOS LOS SURFERS HEMOS VIVIDO EN INVIERNO
De soy un faquir a no tengo pies
¿Cuándo sé que necesito unos escarpines? Muy sencillo. Cuando vas del coche a la playa y te sientes como un faquir caminando sobre cientos de alfileres atravesando tus pies. ¡Espera! Se nos ocurre otro momento. Cuando pones el primer pié en el agua y el calambre te sube por la pierna hasta pasada por la orilla. Sí, todos hemos pasado por eso. Y esos momentos nos hacen saber que el en próximo baño vamos al agua con escarpos. Pero el mejor momento es cuando sales del agua y te clavas la cáscara de la pipa sin ni siquiera darte cuenta. Cuando crees que ya has perdido toda la sensibilidad en los pies llega el momento de la ducha. ¡Spoiler! No pongas el agua caliente. ¿Han vuelto las agujas a tus pies? Mira que te lo habíamos dicho.
Mi cerebro manda ordenes pero mi cuerpo no responde
Otro clásico entre los clásicos. Estás parado en el pico, la serie llega y te pones a remar. No sabes muy bien que pasa, pero algo no va bien. Te sientas en la tabla, miras tus manos y ves que el meñique está separado del resto de tus dedos. Un momento. Tú diste la orden de que todos tus dedos se juntaran para remar. No pasa nada, vuelves a dar la orden. ¡Oh Dios no se juntan! ¡¿Qué está pasando?! Concentras todas tus fuerzas en que el dedo meñique se junte con el anular, pero nada. No se mueve. Espérate, ya verás que risas cuando salgas del agua.
Disculpe, ¿me puede ayudar?
¿Recuerdas cuando estabas en el pico y no podías mover el meñique? Has salido del agua, a duras penas has podido abrir el SurfLock y recuperar la llave de tu coche. Ya tienes la toalla, el cambiador … toca quitarse el neopreno pero, ¡tu mano no se mueve! Ha quedado totalmente petrificada y por mucho que intentas enganchar la cremallera y tirar de ella no puedes. ¿Qué está pasando? Golpeas tus manos contra las piernas, las frotas … lo intentas todo para que vuelvan a reaccionar, pero nada. Cada vez tienes más frío y la cosa va a peor. No queda otra, buscas a alguien que haya salido del agua, pero todo el mundo parece estar disfrutando del baño y no sale nadie. Madre mía. No te queda otra que pedir el favor a la primera persona que ves. Perdona, ¿me podría ayudar a abrir la cremallera? Desconcertado te mira y tira de ella. Te vuelve a mirar y por pena te dice ‘necesitas que te baje un poco el traje’. Le dices que solo hasta el hombro. El resto ya puedes - más o menos-. Le debes la vida a ese desconocido.
Granizado de ¿limón?
Bañazo. Y esta vez nada te va a parar. Tienes un traje de neopreno que te va de lujo, tienes escarpines y hasta te has puesto guantes. Corres al agua como si fuera lo último que fueras a hacer en tu vida sin calentar antes de entrar - mal-. Pero el destino guarda algo nuevo para ti. Te tiras sobre la tabla y te pones a remar. La serie llega antes que tú al pico, por lo que tienes que hacer tu primer pato - m@c@g¢stI@-. ¿Puede doler el cerebro? Sí, ya sabes que sí. Por si nunca has tenido el dudoso placer de experimentar lo que te decimos, la sensación es parecida a cuando le pegas un buen trago al granizado de limón en una calurosa tarde de verano, pero multiplicada por mil. Sin exagerar.
La solución de ‘El Último Superviviente’
Para aquellos que nunca lo hayáis visto, El Último Superviviente era un programa de televisión en el que te demostraban prácticas poco ortodoxas que se podían hacer para sobrevivir en ambientes hostiles. Pues bien, se dice que en el mundo del surf existe una para calentar tu cuerpo cuando estás pasando mucho frío en el agua. Y se trata de hacerse pis dentro del traje de neopreno, pero por el bien de vuestro traje y si queréis que os dure el máximo tiempo posible NO lo hagáis.
El surf se puede practicar todo el año, incluso en invierno. Para poder estar cómodo cuando la temperatura del agua baja, solo necesitas contar con un buen equipo que se componga de neopreno y accesorios que se adecue a tus necesidades. Eso sí, puede que en algún momento puntual, no cuentes con que está más frío de la cuenta y termines con alguna de estas anécdotas. Si es así, ¡síguenos por Instagram! En breves os preguntaremos por las anécdotas más graciosas que os han pasado surfeando en invierno. Compártelas con otros surfers y ¡ríete del frío!